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Nuestro/a hijo/a adolescente nos rechaza

Educación Sexual

Desde los 13 a los 15 años, los niños están en pleno recorrido de la pubertad y surgen multitud de inquietudes, problemas y preguntas en su cabeza. Los padres y educadores, cumplimos una labor fundamental para resolverlas una a una, y aunque en determinadas ocasiones parezca no tener solución, sí que la hay. En este bloque se tratarán temáticas referentes a dichas edades.

Problemas educativos: niños de 13 a 15 años

Comenzaremos explicado que el término educación sexual se usa para describir el conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y divulgación acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductivos femenino y masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos, el sexo seguro, la reproducción, etc., con la finalidad de que exista una salud sexual.

Para todo padre o madre las relaciones sexuales en sus hijos son un problema, y más si son a edades tempranas, no solo por la pronta llegada a la maternidad o paternidad, sino por los múltiples riesgos que existen a la hora de contraer una enfermedad.
 

La educación sexual es importante tanto para los hijos, como para los padres/madres, y debe abordarse este tema desde edades muy tempranas, viendo la sexualidad como una comunicación humana, como una fuente de placer y de efectividad, dejar de verlo como un tema tabú. Debe existir una relación abierta entre padres, madres e hijos, para crear una buena comunicación y alimentar el vínculo afectivo entre ambos, y así, se pueda hablar sin tapujos.
 

Siendo padre o madre, es complicado precisar el momento en el que sus hijos dejan de ser niños y entran en una etapa de la adolescencia. Esa etapa en la que dan más importancia al físico, a las relaciones sexuales, y al fin de qué dirán. Los cambios hormonales, provocan la posible aparición de conflictos, al intento de desprenderse de las ataduras familiares, al que se crean libres y capaces de hacer todo por ellos mismos, etc.
 

Los padres deben saber, que al pasar por la etapa de la adolescencia, comienza la intriga del saber a aflorar en la mentalidad de los niños, y es en ese momento, cuando los padres no saben cómo actuar, cómo hablar con ellos acerca del sexo, sobre los métodos anticonceptivos, etc. Se frustran, le dan mucha importancia al tener que hablar del tema desde muy temprana edad, y esos momentos se traducen a ansiedad, estrés, y lo peor, el miedo al rechazo por parte de los hijos, al no haber, en la mayoría de los casos, una comunicación padres-hijos.
 

Los padres, se sienten más seguros al conocer si su hijo/a mantiene o no relaciones sexuales, con qué persona las mantiene, si usan algún método anticonceptivo, etc., y saber esto, solo se consigue a través de la comunicación, de la confianza, hablando del sexo como algo positivo. Informarle de todo lo que sabemos sobre la sexualidad. Ya que, lo peor que podremos hacer, es “encerrarles” en su habitación, o prohibirles tener pareja, porque solo estaremos alargando el tema, y puede que ocurra antes de lo esperado, y eso sí, sin comunicación de por medio.














 

La sexualidad no es algo malo, no es algo negativo, debemos entender que la sexualidad está presente desde que nacemos, y que va variando en función de la etapa de nuestra vida en la que estemos, es importante tener una vida sexual satisfactoria, entenderla como una fuente de placer físico y afectivo. Dejar de ver el placer y las relaciones sexuales como un tema tabú, debemos hablar con libertad del tema sin enredos o confusiones, esto hará que exista una educación sexual sana.
 

Tenemos que pensar que hablar de sexo no es incitar a practicarlo. Que debemos ayudarles a conocerse, entenderse, disfrutarse y cuidarse. Un padre o una madre, puede ayudar a sus hijos/as a resolver sus dudas a conocer y a aceptar su cuerpo, sus emociones, sus sentimientos. Muchos padres, tienen la idea equívoca de que la educación sexual es únicamente la prevención de ella mediante anticonceptivos, el saber “cómo” evitar un embarazo no deseado o encarar enfermedades de transmisión sexual.

Bien, esto es importante hacerlo saber, pero ha de tenerse en cuenta, que la sexualidad es algo más, una educación sexual adecuada y a temprana edad, abarca el desarrollo sexual y la salud reproductiva, da conocimientos sobre el género, la imagen corporal, la salud reproductiva, el conocimiento y  el respeto hacia uno mismo y a los demás…
 

Siguiendo en la misma línea,  es ahora responsabilidad de los padres, reflexionar y darse cuenta, de que si nuestros hijos/as disponen de información, conocimientos y libertad a su alcance, para tomar sus propias decisiones, para asumir la responsabilidad necesaria y saber cuidarse sexualmente, para estar seguros de dichas decisiones y ser capaces de mantenerlas, para sentirse competentes y hábiles, solo así, incrementaremos sustancialmente las posibilidades de que su vida sexual sea saludable y satisfactoria, no sólo física, sino también emocionalmente.



Consejos para los padres:



1. ¿Cómo iniciar una conversación sobre sexo y sexualidad con los/as hijos/as?



El tema puede iniciarse a través de acciones que faciliten la conversación:



- Nuestro programa de televisión favorito puede presentar a un personaje que esté atravesando la pubertad.
- Nuestra vecina o amiga puede estar embarazada.
- Los/as modelos en publicidad impresa o en cartelera, pueden hacernos pensar sobre nuestro propio cuerpo e imagen corporal y cuestionarnos sobre ello.



2. ¿Qué preguntas hacerle, una vez iniciada la conversación?


En niños pequeños


- ¿Conoces el nombre de todas las partes de tu cuerpo?
- ¿Sabes por qué las niñas se ven distintas a los niños?
- Tu tía está embarazada. ¿Sabes qué significa esto?

 

Preadolescentes
 

- Las personas cambian mucho durante la pubertad. ¿Qué has escuchado sobre los cambios en la pubertad? ¿Cómo te sientes al entrar en la pubertad?
- ¿A qué edad crees que una persona tiene que empezar a tener citas? ¿Hay alguno de tus amigos que haya empezado a tener citas?
- ¿Crees que las chicas y los chicos son tratados de forma diferente? (En caso de que respondan que sí), ¿De qué manera?

 

Adolescentes
 

- ¿Cómo has cambiado en los últimos años? ¿Qué te gusta y qué te disgusta acerca de estos cambios?
- ¿A qué edad crees que una persona está lista para tener relaciones sexuales? ¿Cómo debería decidir una persona?
- ¿A qué edad crees que una persona está lista para ser padre/madre?

 

En un primer intento, puede que sus hijos se muestren reacios a contestar alguna de las preguntas, o respondan en función de lo que sus padres quieran oír. Quizá le lleve más de una ocasión hablarlo, y lograr establecer una conversación cercana y sincera, en la que ambos se sientan cómodos.


3. Atención con nuestra manera de actuar y hablar


Por último, recordar que los hijos son como una esponja, y absorben todo tipo de conductas provenientes de sus padres, ya sea por observación o aprendizaje. Por ejemplo, si una muestra de cariño se refleja a través de un abrazo o un beso, esto demuestra que es una persona abierta y valora la estrecha relación que comparten, por tanto, el/la niño/a acoplará este comportamiento haciéndolo suyo.

 

Un aspecto importante, es no hablar sólo de los aspectos negativos de la sexualidad, como por ejemplo, las infecciones de transmisión sexual, sino, tratar también aspectos positivos como la intimidad, el respeto mutuo, el placer sexual, y los beneficios que el sexo ofrece a la salud. Por ejemplo, se puede hablar sobre la emoción de enamorarse de su pareja.

¿Por qué nos rechaza?

El rechazo de un/a hijo/a que está en la etapa de la pubertad a pesar de ser algo normal, puede ser algo frustrante para padres y madres. Es necesario que padres y madres entiendan que el rechazo no significa que su hijo/a no le quiera, sino que con su actitud está reivindicando alguna situación, una respuesta a algo que no le ha gustado.

Desafían abiertamente los consejos de sus padres y madres, así como de otras figuras de autoridad.  Ante estas situaciones, hay que estar preparado y enfrentarse a ello con calma, respeto y amor.



Los hijos adolescentes transitan por una etapa difícil, donde viven cambios fisiológicos y psíquicos que les trae conflictos.
En la etapa adolescente, es importante respetar su privacidad e independencia. Aunque es duro dar responsabilidades a los/as hijos/as, es necesario que su hijo/a tome sus propias decisiones. Es preciso que los padres y madres no invadan su espacio y les dejen tomar decisiones. Además, deben cultivar la paciencia, reconocer que su hijo/a ya no es un/a niño/a.




























Consejos para los padres:


• Demuestren cariño a sus hijos, tanto con palabras de aliento, abrazos o besos.



• No ser distantes, a pesar de que trabajen todo el día, deben buscar tiempo para conversar con sus hijos/as.



• Es necesario que en el hogar exista tranquilidad, que no vea discutir a sus padres, de lo contrario buscarán la tranquilidad fuera de casa.



• Es recomendable que los padres comenten los problemas con sus hijos/a y viceversa, también hay que tener en cuenta los temas a tratar, dado que los adolescentes no tienen la madurez emocional necesaria para manejar algunas situaciones. Asimismo, hablar con ellos cuando se les dé la oportunidad, si observamos que no existe una reciprocidad mejor tener paciencia y dejarlo para otro momento.

 

Los padres deben tener en cuenta que el rechazo de los/as hijos/as es totalmente normal y que no deben alarmarse, forma parte del desarrollo madurativo. Lo que parece un rechazo no es otra cosa que un intento de afirmar su nueva identidad, de asimilar sus cambios debido al proceso de dejar de ser un/a niño/a.

Los padres no deben obligarlos a hacer algo que su hijo/a no quiera, siempre que sea algo que no tenga mucha importancia, ya que de algo pequeño se puede desencadenar un conflicto innecesario. El espacio es algo muy importante para los adolescentes, por tanto, en la medida de lo posible no hay que invadirlo, ni revisar sus objetos personales o su habitación.

No solo estás ayudando a crecer a tu hijo/a, también tú puedes crecer y enriquecerte con la experiencia.

Primeros cambios hormonales 

La pubertad es el periodo entre la niñez y la adultez durante el cual los niños maduran física y sexualmente. Es una etapa en la que las niñas se convierten en mujeres y los niños en hombres. La pubertad está marcada por cambios, como el desarrollo de los senos y la presencia de la menstruación en las niñas, y el crecimiento del vello y la eyaculación en los niños.


Es necesario hablar con nuestros hijos e hijas con anterioridad, para que cuando empiecen a aparecer los primeros cambios hormonales sean capaces de aceptarlos y no sentir rechazo ante su cuerpo, ya que, no todos los niños se mostrarán optimistas respecto a los cambios hormonales de la pubertad. El primer sujetador de tu hija o el primer kit de afeitar de tu hijo son las principales acciones que se realizan, de niña a mujer y de niño a hombre.


Los principales cambios hormonales que sufren los niños son el agrandamiento de los testículos y el vello púbico. Aumenta su altura, crecen sus manos, pies, brazos y piernas. El vello grueso y oscuro aparece en el área genital, y luego, en las axilas y el rostro. Sus voces pueden resquebrajarse a medida que se vuelvan graves.


Los principales cambios hormonales que sufren las niñas son el desarrollo mamario y la aparición del vello púbico. El vello púbico empieza a crecer en el área genital y en las axilas. El estirón de las niñas les vuelve más rellenas, con una mayor cantidad de grasa alojada en sus caderas, muslos y pecho, y con manos, pies, brazos y piernas más grandes. Es necesario recalcar la aparición de la menstruación que ocurre entre los 9 y los 16 años.


Tanto en las niñas como en los niños las hormonas afectan a las glándulas de la piel, las cuales producen unas sustancias químicas que tienen un mal olor, además de volverse la piel más grasienta, por lo que suele aparecer el acné.

 

 

 

 

 

 

Consejos para los padres:


Los/as niños/as que atraviesan la pubertad necesitan saber que todos los cambios que sufren son normales y que cada adolescente se desarrolla a una velocidad diferente. Los padres debemos ayudarlos a entender que cada persona es diferente de las otras y que ser diferente es normal. Deben saber que los senos, el pene, los pezones, los labios de la vulva vaginal, los testículos y el clítoris tienen diferentes formas, tamaños y colores, y que todos son normales.


La menstruación, la masturbación, los sueños eróticos, son parte de esta etapa, son formas de conocer el cuerpo, de notar sus cambios.
Las hormonas cambian no solo el exterior de su cuerpo, también cambian su interior. Durante la pubertad pueden sentirse confuso/a o sentir emociones fuertes que jamás había sentido. Puede notar que se encuentra demasiado sensible o se enfados fácilmente.

Algunos adolescentes pierden la paciencia más a menudo y se enfada con sus amistades y familiares. También puede sentir ansiedad por los cambios en su cuerpo, sentir un rechazo al no aceptarlos, ante estas acciones los padres deben ser flexibles con estas conductas a pesar de que se sientan bastante estresados, agobiados y angustiados al respecto.
 

La pubertad es un periodo de excitación y desafíos. Podemos ayudar a nuestros/as hijos/as brindándoles información y apoyo para que no se sientan solos, a medida que recorren esta etapa de sus vidas.

Tú, tu hijo/a y el alcohol


Estudios realizados en los últimos años muestran que el 76% de los/as jóvenes entre 10 y 14 años ha consumido bebidas alcohólicas, básicamente por las características propias de la pubertad. Estamos ante un periodo de inestabilidad, de búsqueda y de cambio.


Aunque el tema del consumo de alcohol suela tratarse en la escuela, es muy importante que tratarlo desde el seno familiar.

Aunque estemos tratando específicamente el tema del alcohol, debemos saber que lo mismo ocurre con cualquier otro tipo de drogas.

Los/as adolescentes son conscientes de qué tipo de comportamientos son los aceptables o no entre los adultos, por ello, es necesario comenzar a educarles desde edades muy tempranas. Cuando hables con tu hijo/a sobre el consumo de alcohol, lo importante es explicarle los efectos que tiene en su cuerpo, las consecuencias que tiene su consumo.


A partir de los once años los/as niños/as necesitan pasar cada vez  más tiempo fuera de casa, es la edad de crear un grupo de amigos/as o “pares”, en la que intentarán hablar como ellos/as, vestir como ellos/as, y realizar las mismas actividades. Ante esto, padres y madres sienten preocupación por la compañía de sus hijos/as, y si son buena o no su influencia.


Factores de consumisión


Los principales motivos por los que nuestros/as hijos/as comienzan a consumir alcohol son:

- El deseo de aceptación social

- La timidez

- La soledad en el hogar por falta de presencia de los padres y madres, ya sea por obligaciones laborales o vida personal

- Por haber tenido o convivido con familiares alcohólicos

- Una relación con padres y madres carente de normas






















Consejos para los padres


Si te encuentras con la situación de que tu hijo/a llega a casa con síntomas de estar bebido, lo más fácil es reaccionar de una forma exagerada, pero en ese momento se deben controlar las emociones y dejar la conversación para otro momento, en el que se le deberá explicar las consecuencias de consumir alcohol, las reglas que tengan en su hogar y lo que ocurre si no se cumplen.


Se le debe explicar la diferencia existente entre un consumo moderado y un consumo excesivo en adultos, ya que ante la ley está prohibido el consumo de alcohol en menores, porque este afecta a su desarrollo y no tenemos que dejar de darnos cuenta de que aun siendo adolescentes, estamos hablamos de niños.


Si tu hijo/a posee los datos necesarios ante el consumo de alcohol y cuenta con la capacidad y madurez necesaria para tomar sus propias decisiones, podrá decidir no beber al igual que rechazar otro tipo de drogas. Tanto padres como madres deben hacer comprender a sus hijos/as que no tienen por qué hacer lo mismo que hacen sus amistades, sino lo mejor y más conveniente para ellos.


Tanto padres como madres son un modelo de comportamiento para sus hijos/as, por ello están en una posición idónea para demostrar que es posible beber de forma responsable y con moderación, cuando se tiene la edad y mentalidad suficiente.

Los cambios hormonales en nuestros/as hijos/as

Alcohol en adolescentes

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