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¡Adiós! Obesidad Infantil, ¡Hola! Salud

STOP al Bullying

Las edades comprendidas entre los 16-17 años, son igual de difíciles que las que comprenden los 7-9 años. La diferencia, es la madurez que adquieran los niños con esta edad, y los problemas que traigan consigo. En este bloque trataremos problemas que "suelen" estar presentes en dichas edades.

Problemas educativos: niños de 16 a 17 años

​Pura rutina, consecuencias desastrosas



Nos levantamos, les preparamos el desayuno, se visten, se lavan los dientes, les peinamos, les cargamos la mochila y preparamos la merienda, salen de casa corriendo para subirse al transporte escolar... Todo un sin fin de acciones que ocupan el 50% de nuestro día a día, y sin uno darse cuenta, determinan que nuestros hijos sean de una forma u otra.



Este ejemplo es bien claro, los padres nos hemos acomodado, estamos mecanizados y preparados para repetir constantemente los mismos pasos. Nuestros movimientos parecen guiados y ensayados previamente, y en cuanto incorporamos novedades o cambios en nuestra rutina, todo parece desmoronarse.

Pues bien, sabed que esto no es del todo cierto, que podemos cambiar nuestros hábitos, y en este caso, el de nuestros hijos, ya que son un auténtico reflejo de nuestra personalidad y nuestro comportamiento. Por tanto, relacionemos ambos hechos: el que un padre fije un comportamiento continuado y monótono, y el que su hijo/a pueda adoptar hábitos nada saludables que concluyan en obesidad y otros problemas de salud importantes.

Hasta hace bien poco, se han publicado numerosos estudios que demuestran que España, supera altamente el índice de obesidad en niños de entre 3 y 5 años, y los datos hablan por sí solos. Asimismo, España en este momento, se sitúa por delante de Estados Unidos con un 19% frente a un 16% que sufre E.E.U.U. En definitiva, que uno de cada cuatro niños españoles, tienen exceso de peso, iniciándose éste en edades cada vez más tempranas.

Por ello, en esta entrada queremos darles a conocer una serie de pautas o indicadores, que pueden ayudar a padres y madres llevándolas a la práctica, e intentando paliar esta problemática que hoy día destruye la salud de muchos niños españoles, o intentar, promover su prevención a tiempo.































¿Qué le doy de comer a mis hijos/as?


Cuando este problema surge como tema de conversación en el hogar, suele ser, o bien porque ya sufrimos su devastadora presencia, o porque tememos que esto ocurra.

Bien es cierto, que muchos padres y madres no saben como encarar situaciones, en las que se ven obligados a cambiar hábitos y costumbres adaptadas desde mucho tiempo atrás. Sin embargo, deben entender que el cambio es bueno, y no existen los padres perfectos, pero sí la perfecta alimentación y los hábitos saludables.

Por un lado, esto podría originarse por determinados indicios que demuestren si unos padres, dedican tiempo a la alimentación de sus hijos, o no, y si son conscientes de ello, o no. Podría ser, que exista un perfil de padres, que no saben en qué consiste una buena alimentación, qué desayuno es el adecuado o las consecuencias que derivan de una mala nutrición o escaso ejercicio físico en sus hijos/as.

Por otro lado, podría derivar de unos padres que no deseen cambiar los hábitos actuales por otros totalmente distintos, ya que consideran su educación "la mejor", y su alimentación "la adecuada". Además de estar equivocados, podrían desconocer la influencia que ejercen sobre sus hijos, al acostumbrarlos a una vida u otra.

También, podrían ser padres que no encuentren tiempo para centrarse en la alimentación de sus hijos/as, que no quieran renunciar a una vida llena de grasas saturadas, dulces, bebidas gaseosas, etc., por una vida más saludable, sin darse cuenta, de que casi "sin quererlo", ayudan a que sus hijos acaben sufriendo obesidad, o con un listado infinito de enfermedades graves, que finalicen en catástrofe.

Siguiendo en la misma línea, queremos mencionar el laborioso trabajo llevado a cabo por La NAOS, a través de una pirámide alimenticia. La Pirámide NAOS, es un material didáctico elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en la que gráficamente y a través de sencillos consejos se dan pautas sobre la frecuencia de consumo de los distintos tipos de alimentos que deben formar parte de una alimentación saludable y la práctica de actividad física, fusionando todo esto en una única gráfica.

Pretenden con esto, difundir y promover la práctica regular de actividad física entre la población infantil, en primer lugar, permitiendo que todos veamos qué alimentos debemos consumir y qué actividad física debemos practicar para adoptar estilos de vida saludable. 

Y por ello, os dejamos la tan famosa pirámide, que combina las dos "claves" fundamentales para evitar y solventar el sobrepeso: el ejercicio físico y una buena alimentación, lo cual puede cambiar, a través del esfuerzo y la constancia, la vida de muchos niños españoles que sufren obesidad a día de hoy, o pueden llegar a padecerla.































​Bien es cierto, que la tarea de educar nunca ha sido del todo fácil, es más, no nos lo ponen fácil, y nunca nadie dijo que lo fuera. En el mundo en que vivimos, de constantes cambios y avances y la rapidez con que ocurren, nos causan mayor confusión y desorden de ideas en cuanto a este campo se refiere.

Los padres, educadores, docentes, por lo general sufrimos una enorme angustia al intentar idealizar la educación perfecta, el camino idóneo por el cual orientar al niño hacia una educación adecuada, y esto realmente, no existe. Solemos tener más preguntas que respuestas, y un mayor miedo al fracaso que optimismo por el triunfo.



Actualmente vivimos en el avance tecnológico, la era de la información, y es posible que hasta día de hoy, no se haya sabido tanto de educación, en parte, gracias a dichos progresos. Lo normal es acudir a un profesional que oriente sobre qué hay que hacer, qué es lo mejor para los niños, cómo debemos hacerlo, y por qué. Lo complicado, es llevarlo a la práctica, debido a la multitud de casos similares, diferenciados por un trasfondo no analizado.


En definitiva, es muy sencillo decir qué hacer, sin antes practicarlo, y eso sí, mediante una serie de pasos inalterables. He ahí el ejemplo de las matemáticas; si un niño no practica varias veces a sumar, antes que restar, multiplicar, dividir..., ese niño, primero, no superará el examen que se le realice, por un lado, puede deberse a la posible alteración de los pasos necesarios, o por la escasa práctica de lo aprendido.



Pues bien, este caso es similar, si los padres no aprendemos primero lo que está bien y lo que está mal, por qué es así, cómo somos y cómo deberíamos comportarnos, jamás podremos solventarlo y llevarlo a la práctica.



Primero, deberíamos dejar de utilizar etiquetas para nosotros, y reconocer nuestra esencia como "persona", como "ser humano" imperfecto y capaz de equivocarse, al igual que capaz de construir, aprender, progresar y rectificar nuestro estilo educativo. No existe un ideal de educación, pero sí personas que pueden mejorar la que ya existe.



Se ha demostrado, que los niños/as son como una esponja, absorben nuestras conductas y personalidad poco a poco, que puede desencadenar en dicha o desdicha. Muchos padres, esto no suelen percibirlo fácilmente, ya que ven como su hijo/a crece, y suelen dar mayor importancia a lo que les falta, que a lo que ya tienen, y en este caso pasarían por alto una conducta inadecuada. Como bien decíamos, nuestra personalidad influye enormemente en la personalidad de los/as hijos/as, cosa que en un futuro, puede verse reflejado en ellos. Conocerlo, concienciarse, y reconocerlo, puede ayudar a que este motivo, no sea el que oriente la forma de llevar adelante la educación.



Ahora, analizaremos los perfiles más comunes, adaptados a cada tipo de padre y su correspondiente postura frente a la educación de sus hijos/as, y en este caso, los tres de los que hablaremos: padres permisivos, padres protectores, y padres autoritarios. Esperamos en el caso de que un padre o una madre se sienta identificado con algún perfil, o identifique a algunos/as de sus hijos/as, adopte una postura receptiva y de aceptación abierta al cambio.

 

Rasgos de los padres permisivos


- Les evitan el dolor

- Llenan de regalos a sus hijos

- No les permiten llorar o estar de bajo ánimo

- Son débiles y nada autoritarios

- Justifican permanentemente la conducta del hijo

- Cambian las reglas constantemente

- Expresan el afecto fácilmente

- Sacrifican incluso a su pareja, por complacer a sus hijos


EJEMPLO: Un padre que no imponga normas en su casa, haga las tareas por ellos, les ahorre responsabilidades, y les premien incluso cuando hacen algo mal.



Rasgos de los hijos de padres permisivos



- Niños agresivos, demandantes.
- Tiranos, exigentes, egoístas.
- Actúan en contra de las normas. Aunque son débiles.
- Carecen de límites.
- Con sensación de abandono.
- Incapacitados para amar.
- No valoran, son inseguros.
- Culpan a sus padres por su destino.


EJEMPLO: Un niño de 9 años que esté en la calle hasta las 22:00 horas, pero en el fondo, al no recibir límites de sus padres se sienten solos, y a la larga, justifican sus errores, su inseguridad y agresividad con el comportamiento irresponsable de los padres.

Rasgos de los padres autoritarios

- Proveedor, trabajador, toma decisiones solo, se siente el peso de su autoridad.
- Castiga, no considera excusas ni deja hablar.
- Echa en cara lo que hace y da, hace comparaciones.
- Corta la comunicación y se distancia en el afecto, se le dificulta reconocer.
- Da lecciones de moral y buenas costumbres.
- Fuerte para gobernar débil para expresar.

 

EJEMPLO: Unos padres que no valoren que su hijo apruebe una asignatura, si no ha sacado una excelente nota, o la compara con la de otros compañeros. Le humilla pensando que hace lo correcto.



Rasgos de hijos de padres autoritarios



- Violentos, insensibles, amargados, mentirosos manipuladores.
- Serviciales, inseguros, víctimas, temerosos.
- Lejanos, con valoración pobre.
- Luchan por el poder, hostiles.
- Resentidos, rebeldes, a la defensiva, retraídos.
- Actitudes antisociales.
- Vulnerables al daño.
- Adoptan una postura violenta.
- Incapacidad para dar y recibir perdón.



EJEMPLO: Puede derivar en un niño agresivo, que adopte una postura de "bully", y cree problemas en el colegio. Un niño desobediente, no soporta las normas.



Rasgos de los padres protectores



- Usan pronombres posesivos.
- Eligen por los hijos. Seleccionan sus amigos.
- Los substituyen en lo que pueden hacer ellos mismos.
- Los tratan como si fueran de menor edad.
- Les evitan situaciones de tensión, dolor.
- Les evitan que sufran algún daño.
- Se involucran en todas las actividades.
- Corren al primer auxilio de su hijo.
- Se enteran, resuelven, intimidan, manipulan, defienden.
- Son estrictos en normas y horarios.
- Se creen salvadores.
- En algunos casos, pudieron sufrir acoso, ofensas, timidez, miedos anteriormente.



EJEMPLO: Unos padres que no permiten a sus hijos salir de casa por miedo a que algo les pase, que se caen y les ayudan a levantarse, en lugar de enseñarles a enfrentarse a diversas situaciones cotidianas.


Rasgos de los hijos de padres protectores:


- Inseguros, dependientes, mediocres.
- Inadaptados, Inmaduros psicológicamente.
- Sin sentido de pertenencia.
- Incompetentes. Poco asertivos.
- Rompen patrones y, se liberan de manera desenfrenada e incontrolada.
- Son irresponsables, cómodos y vagos.



EJEMPLO: Un hijo que no ayuda en las tareas del hogar, que nunca ha salido de casa y al cumplir la mayoría de edad no para en ella.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 















Consejo para los padres:

 

El concepto "ideal" es incompatible con el ser humano. No existe un ideal ni la perfección cuando hablamos de personas o relaciones. Por eso no podemos pretender ser el padre "ideal".



Pero sí hemos visto, una serie de actitudes o perfiles que llevados al extremo pueden dificultar la tarea educativa, también es cierto que hay actitudes de fondo que la facilitan.



La educación es un proceso complejo con una gran ventaja: cada día, cada minuto que pasamos con nuestros hijos, es una nueva oportunidad para progresar en la “asignatura de padres”.



Sabiendo esto de antemano, y siguiendo en la misma línea, ¿qué tipo de padre crees que eres? ¿cuál se acercaría más al padre "ideal"?


El que es responsable
El que tiene una madurez afectiva.
El que acepta a su hijo
El que es paciente.

                                                         

 

              "Un padre es el resultado del hijo que quiere formar"

¿Qué es la anorexia?


La anorexia significa “sin apetito”: Es definida como aquel trastorno de la conducta con desviaciones en los hábitos alimentarios, que se expresa por un rechazo contundente a mantener el peso corporal en los valores mínimos aceptados para una determinada edad o estatura.


La anorexia nerviosa en los adolescentes se caracteriza por el esfuerzo en adelgazar y no mantener el peso del cuerpo entre los valores mínimos normales.


Esto ocurre a causa de un constante rechazo por su cuerpo, ya que no lo percibe de manera objetiva, ve una distorsión de su imagen corporal viendo una alteración de éste en su forma y tamaño. Son personas que jamás están satisfechas con el resultado de su cuerpo y aspecto físico, por lo que realizan dietas muy restringidas, limitadas a unos pocos alimentos, hacen ejercicio excesivo, toman medicamentos laxantes y diuréticos y llegan a provocarse el vómito después de comer. Adoptan una postura no saciante, en la que dan mayor relevancia a la apariencia que a su salud física y mental, llegando a tal extremo que puede causar la muerte.



Tipos de anorexia



Dentro de la anorexia existen varios factores e indicadores que determinan que se trata de una anorexia primaria, restrictiva, bulimarexia o secundaria:


Anorexia nerviosa primaria:


En este padecimiento no existe ninguna otra enfermedad más que el miedo intenso a subir de peso.


Anorexia nerviosa restrictiva:


La persona utiliza el ayuno y la dieta sin utilizar el vómito o los laxantes.


Bulimarexia:


Presenta periodos de ayuno y periodos en los que come de manera compulsiva, se provocan el vómito, y se laxan con purgas o enemas.

 

Anorexia nerviosa secundaria:
 

Es consecuencia de una enfermedad psiquiátrica como esquizofrenia

o depresión.

Consecuencias físicas:



• Problemas renales.
• Problemas cardiovasculares.
• Estreñimiento.
• Aumento de vello corporal.
• Deshidratación de la piel. La piel se seca y se cuartea, en casos graves adquiere un tono amarillento.
• Caída del cabello.
• Pérdida de densidad ósea. Los huesos también se resiente lo que puede ocasionar que el adolescente no crezca lo suficiente y que sufra osteoporosis.
• Retirada de la menstruación.
• Muerte súbita. No es frecuente es posible en casos muy graves.

Consecuencias psicológicas:



• El carácter se vuelve irritable.
• Aparecen episodios de ansiedad.
• Puede aparecer depresión o fobia.



La anorexia ¿es contagiosa?


Uno de los efectos de la anorexia es su contagio. Puede ocurrir, que determinadas personas que la padezcan hayan estado influenciadas por un círculo de amistad en las que haya frecuentado esta enfermedad, o a la inversa.


Y es que cuando una persona comienza a adelgazar, se corre el peligro de que sus amigos/as lo imiten.

















 

Consejos para los padres



Si crees que tu hija/o padece anorexia hay algunos pasos que debes seguir:


- Primero debes estar seguro de que el o la adolescente está enfermo/a.


- Busca información sobre la enfermedad. Existen asociaciones en muchas ciudades que pueden proporcionarte información.


- La anorexia es una enfermedad y como tal debe ser tratada por médicos. Lleva a tu hija/o a su médico y allí sabrán dónde dirigiros.

Cómo tratar este problema



- El tratamiento es duro, largo y complicado. Probabilidad de frecuentes recaídas.


- Los padres deben estar preparados para un proceso que va a ser emocionalmente doloroso y en el que su hijo/a van a necesitar la ayuda de toda la familia.


- El tratamiento habitualmente requiere una intervención en la parte nutricional y a la vez se suele recurrir a la psicoterapia para tratar la psicológica.


- En muchas ocasiones se recomienda terapia familiar y muchos de los que la padecen también deben ser medicados.

¿Somos permisivos? ¿Y protectores, autoritarios?

¿Sufre o quieres evitar que padezca Anorexia?

Una problemática que actualmente y desde hace un largo período de tiempo, nos concierne a todos, incluso aquellos que hagan caso omiso del mismo, es el Bullying, y queremos difundir su enorme relevancia, en el extenso listado de problemas educativos que surgen en la actualidad. Además, informar sobre las alternativas posibles a las que se puede optar, para intentar solventarlo o evitarlo, si se diera el caso, desde la postura de un educador, familia, conocidos, o el mismo que lo sufre.



¿Qué es?

El Bullying o lo que es lo mismo, el acoso escolar, surge en las escuelas de manera muy frecuente. Es un tema "tabú", que aunque muchos no se atrevan a hablar de ello, penetra en la vida escolar inevitablemente, y por gracia o desgracia, está a la orden del día.

Es una forma de maltrato reiterada, que se produce entre escolares. Se trata de un hecho muy grave que, en el caso de algunas víctimas, puede llevar al suicidio.



Para algunos/as, el Bullying puede ser una sola persona que ejerza violencia sobre alguien, le quite algo o chantajee. Pero también, puede tratarse de un grupo de individuos que toman represalias con él/ella, ya sea agrediéndole física y/o verbalmente.

Por ello, es muy importante detectarlo a tiempo, aunque en muchos casos sea complicado.

Se han detectado una serie de rasgos, que hacen que algunos chicos/as tengan más riesgo de sufrir acoso; aquellas personas que son más inteligentes, más brillantes o que destacan más en alguna de las actividades académicas. Y también las personas a las que les cuesta más relacionarse con el resto, las más tímidas o las más retraídas. Pero los padres no deben olvidar, que esa es una norma general, por lo que cualquier chico o chica puede llegar a sufrir Bullying.



Lo que todos los Bully tienen en común



- Puede sentir que sus padres o profesores no le prestan suficiente atención.

- Ha visto a sus padres o a sus hermanos/as mayores obtener lo que querían mediante una postura agresiva, o robando a otras personas.

- Se sienten inferiores, al ver cómo otros logran obtener mejores calificaciones que él/ella, sienten celos.

- Él/ella sufre las agresiones de otro/a chico/a o de uno/a de sus hermanos/as… o aun de sus propios padres.

- Está expuesto/a a mucha violencia en el cine, la televisión o en los videojuegos.



Para concluir con la definición, podemos distinguir cinco tipos de Bullying:



- Agresión verbal: Con insultos o con motes que aíslan socialmente a la víctima, ésta se siente sola y con muy baja autoestima frente a los demás compañeros que le rechazan a causa de su acosador/a.



























- Agresión social: Se margina a la víctima dentro del grupo clase. No se le deja intervenir en clase, o participar en actividades, organizar eventos, etc. Puede ser que este tipo de acoso sea difícil de detectar, pues los maestros pueden pensar que es la personalidad de la víctima que tiene dificultad para relacionarse socialmente, pero es posible que sea un caso de Bullying. Las víctimas de este tipo de agresión son víctimas de carácter tímido, introvertido.

- Agresión psicológica: En este tipo de agresión se burlan continuamente de la víctima, la humillan e infravaloran. Por lo que la víctima se siente muy insegura y sufre miedo. Su autoestima es muy baja o nula a causa de este maltrato.

- Agresión física directa: Recibir golpes, empujones, collejas, o agresiones físicas colectivas, palizas en grupo.

- Agresión física indirecta: Roban objetos de la víctima, material escolar, rompen su ropa, mochila, se lo esconden, etc.



¿Cómo detectarlo?



A raíz de este problema, existen una serie de indicios o pistas, que pueden orientarnos a la hora de detectar a tiempo, que su hijo/a o alumno/a está siendo acosado/a:



Como padres, debemos estar atentos a...



- Cambios en el comportamiento de nuestro/a hijo/a. Cambios de humor.
- Tristeza, llantos o irritabilidad.
- Pesadillas, cambios en el sueño y/o en el apetito.
- Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos.- Pierde o se deterioran sus pertenencias escolares o personales; gafas, mochila, pantalones rotos, pérdida del material escolar, etc., de forma frecuente.
- Aparece con golpes, hematomas o rasguños , dice que tiene frecuentes caídas o accidentes.
- No quiere salir, ni se relaciona con sus compañeros.
- No acude a excursiones, visitas del colegio, etc.

- Quiere ir acompañado a la entrada y salida del colegio.
- Se niega o protesta para ir al colegio.




Cómo detectar si un/a niño/a es acosador/a, "bully"...



Para saber si es el/la responsable o participa en algún tipo de acoso escolar, debemos también estar muy atentos a su comportamiento, aunque no es fácil detectarlo pues suelen esconderlo muy

bien, para no ser descubiertos.



Conductas que nos indican que es el/la agresor/a.

- Tiene comportamientos agresivos o impulsivos con miembros de la familia.


- En los juegos vemos que se enfada con mucha facilidad si pierde.


- Encontramos entre sus cosas objetos que no son suyos.


- Vemos como se muestra enfadado, cambios de humor con agresividad, tono alto al hablar.


- Se muestra muy intolerante en casa.


- Insulta o se burla de la familia, o de personajes de la tele.


- Gasta bromas muy desagradables.


- Se muestra insatisfecho, siempre quiere más.


- Su rendimiento escolar suele ser bajo.


- Frecuentemente nos llaman del colegio pues se ve involucrado en conflictos.


- No controla sus reacciones si se le niega una cosa, o se le impone un determinado horario.


- Desde el colegio nos advierten de un cambio de actitud.



No siempre es acoso



Si a sus hijos/as o alumnos/as les pasan una o varias de estas cosas, no tiene por qué estar siendo sometido a abuso escolar, pero tendremos que hablar con él/ella e indagar en lo que está ocurriendo. Aunque no siempre es fácil hablar con los adolescentes, debido a sus continuos cambios de humor y a su necesidad de autonomía, los padres que adviertan uno o varios de estos signos no deben abandonar el intento de conocer la razón. Y si es necesario, hablar con sus maestros y sus amigos, hasta descubrir qué le está ocurriendo.



Hay que tener en cuenta, que si de por sí es complicado tratar con un/a adolescente, y que éste/a le cuente sus secretos, más aún lo es tratar con una persona que sufra bullying o lo ejerza.



Consejos para los padres y las víctimas:

​

Si tú eres la víctima...



¿Cómo evitar convertirse en una víctima del bullying? ¿Qué puede hacer un niño cuando ya es objeto de la crueldad de sus compañeros? Existen 10 pautas a poner en práctica, en caso de ser uno/a niño/a acosado/a o maltratado/a.



1. Ignorar al bully (acosador) y a sus ayudantes. El agresor ataca al que le responde, no al que lo ignora. Cuando es ignorado se desmorona, de ahí que ante una provocación una respuesta ingeniosa sea «¿Y?». No llorar en su presencia, no enfadarse, ni demostrarle que le molesta. Si está dolido, que no se note.



2. Si se ve obligado a responder, decirle con tranquilidad: NO soy lo que tu piensas. O bien contestar con una broma. Si dice «eres horrible», contestarle «me alegra que te hayas dado cuenta».



3. Buscar apoyo en sus padres, en un profesor o adulto en el que confíe. Ellos pueden pedir responsabilidades al colegio y solicitar que tomen medidas en un plazo máximo de una semana. Y si cree que está en peligro, correr. Huir y refugiarse donde haya un adulto no es de cobardes, es protegerse.



4. Escribir una carta explicando lo que ocurre los padres, al director de la escuela o a algún profesor en el que confíe.



5. Hablar con sus padres para no asistir a clase si es víctima de acoso físico o psicológico.



6. Si es objeto de chistes, burlas y bromas de mal gusto, hacerse amigo de un grupo del barrio que le acompañen hasta la escuela y hasta su casa, al menos mientras el acoso dure. En cualquier caso no andar solo.



7. No estar cerca del acosador, ni meterse con él en disputas. No fiarse de él si quiere hacerse pasar por su amigo.



8. Si un compañero le hiere con un bolígrafo o cualquier otro tipo de arma, pedir a sus padres que lo denuncien a la policía.



9. Intentar que en el colegio haya una página web donde niños/as que sufren acoso puedan contar anónimamente lo que les pasa.



10. Intentar que en cada curso, un especialista dé charlas sobre qué es el acoso y cómo afecta psicológicamente a quienes lo padecen, que incluso llegan al suicidio.


En el caso de los padres o profesor/a...



Lo primero que deben saber los padres o su educador, es que deben aceptar el problema una vez descubierto.



Por consiguiente, deben informar inmediatamente a la escuela y los padres (en caso de informar el profesor), para que intervengan en la detención de la situación. Hablar con la dirección, profesores y el consejo, para establecer un plan de actuación que controle la situación cuanto antes.



Además, ha de mantenerse en contacto continuo con la escuela para seguir la evolución de ese plan de actuación. Y notificar cualquier cambio que se produzca en la actitud del niño, sea para bien o para mal.



Por otro lado, se debe hablar con los chicos o chicas. Es muy importante que las chicas o chicos que están sufriendo maltrato sepan que cuentan con la confianza y el apoyo de su familia y el centro. Por ello, es necesario dedicarles tiempo suficiente.



Es importante reforzar su autoestima. Generalmente la autoestima de las víctimas de bullying resulta muy dañada así que será imprescindible ayudar al niño a recuperar la suya. Incluso podrán hablar con su médico por si fuera necesaria la intervención de un terapeuta. Asimismo, proponerle actividades fuera de la escuela con las que pueda crear un nuevo círculo de amigos que refuercen su autoestima y le ayuden a salir de la situación.



En el caso de que la intervención de la escuela parezca inadecuada, existen asociaciones encargadas de proteger a la infancia, y en muchos casos, dedicadas especialmente a las víctimas del bullying, en ellas ayudan a decidir qué pasos dar.



Además, todo centro debería contar con el apoyo de un pedagogo, orientador o psicólogo, para afrontar este tipo de problemáticas, en caso de no haberlo, una posibilidad sería diseñar un "buzón" de propuestas, mejoras y sugerencias, en el que anónimamente pudieran dirigirse a la dirección del centro y contar el problema.



Y recuerda...



- La víctima no tiene la culpa de ser agredida.
- La víctima no tiene que hacer frente a esta situación solo/a.
- La víctima no es la del problema. El agresor es quien tiene el problema.
- Se debe tratar a los demás como uno quiera que le traten a él. Ayudar al que lo necesita, facilita que éste nos ayude cuando lo necesitemos.

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